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Trade electoral cortado por un tipo de cambio anclado

Massa realizó dos devaluaciones en las últimas cuatro semanas: llevó el mayorista de $287 a $350 y luego el dólar soja de $350 a $448. Eso aplacó a los dólares libres y bajó la brecha del 119% al 112%. Pero al mismo tiempo rompió el valor de los títulos. En cuatro semanas los bonos caen 9%.

Trade electoral cortado por un tipo de cambio anclado
Luis Varela 11 septiembre de 2023

Después de la devaluación impositiva del 22% aplicada un día después de las PASO y de la devaluación sojera del 28% (pasando el precio para el productor de $350 a $448 la semana pasada), aplicando un ancla electoral para el resto de la economía, el ministro candidato Sergio Massa logró calmar temporalmente el mercado cambiario, tanto que la semana pasada el mep subió 0,6%, pero el blue bajó 2,7% y el contado con liquidación cayó 3,4%.

Ese retroceso determinó que, en medio de este "plan llegar a ser Presidente", absolutamente de campaña, pese a todo este esfuerzo oficial, que está duplicando la tasa de inflación (veníamos estacionados en el 6% mensual y ahora iremos a la zona del 12%, lo confirmará el Indec el miércoles a las 16), la brecha cambiaria bajó, pero muy poco: la diferencia entre el CCL y el mayorista bajó en la última semana del 119% a 112%, manteniendo a la economía en una situación totalmente inconsistente.

El dólar y las elecciones

dólar
 

Este tipo de cambio que se mantendrá anclado hasta que se defina quién es el nuevo Presidente, dentro de seis semanas tras la elección presidencial o dentro de nueve semanas tras el eventual balotaje, ahora que estamos a exactamente a tres meses del adiós de Alberto Fernández, la semana pasada se confirmó que quedó completamente cortado el trade electoral: los bonos argentinos cayeron otro 2% y las acciones locales directamente se hicieron trizas, con acciones clave del mercado local que se hunden entre 20% y 25% en el primer tercio de setiembre.

En realidad los papeles privados la están pasando mal en todas partes, pero lo que ocurre en la Argentina es una verdadera estocada. La semana pasada el índice S&P Merval en pesos se desplomó 16,2% y el Merval en dólares se hundió 13,80%, mientras que en las bolsas internacionales hubo recortes, pero mínimos: la Bolsa de San Pablo bajó 2,2%, Santiago de Chile 2,1%, el tecnológico Nasdaq cedió 1,9%, México 1,2%, Madrid 0,9%, el industrial Dow Jones de 0,7%, Frankfurt 0,6% y Tokio 0,3%. No se salvó nadie.

En dos semanas la Bolsa argentina cae 22% y en las últimas cuatro semanas los títulos públicos locales se hunden 9%. ¿Cuáles son las razones que provocaron este vertical cambio de tendencia? Lo primero que debe decirse es que habían subido en exceso antes (en el mundo bursátil se compra con el rumor y se vende con la noticia). Y ahora, que quedaron tres candidatos en pugna por la Presidencia que no convencen a casi nadie, el propio Indec ha confirmado con tres meses de retraso respecto de la advertencia de las consultoras privadas que tanto la industria local como la construcción están atravesando caídas muy fuertes.

Caída de la actividad

La Industria Automotriz espera por dos proyectos de ley claves
 

Economistas de todo el espectro están advirtiendo que la estanflación que sufre el país desde hace casi seis meses se está convirtiendo en recesión. Cayeron fuerte las ventas en los comercios pero la suba de precios sigue muy potente. Los últimos dos índices oficiales (Córdoba y Ciudad de Buenos Aires) midieron para agosto variaciones de precios de 12,15% y 10,8%, y se cree que este miércoles el Indec puede marcar una variación del 11%. Los precios viajan con un aumento anual del 127,8% y el sector privado señala que la variación anual será de al menos 140%, con la agencia Moody's advirtiendo que en 2024 la suba de precios será mayor.

Esta ebullición de los precios, con tasas mensuales de al menos dos puntos negativas en los plazos fijos (algo más del 9% mensual contra un IPC que puede ser del 11%) está incrementando el goteo de depósitos. En los últimos seis meses el stock total de depósitos privados en dólares cayó 8,6% (se fueron US$ 1.422 millones de los bancos) y los depósitos en pesos están clavados exactamente en el mismo nivel nominal desde hace tres semanas, lo cual significa que acusan una caída real de al menos 6% en los últimos 21 días. La mecha de una crisis bancaria se está calentando, y una chispa mínima puede encenderla, y el Banco Central no tiene los fondos suficientes como para devolver lo que la gente cree tener depositada. Casi todo está convertido en Leliq, que requieren una emisión nueva ya superior a los $2 billones al mes, pasto nuevo, nafta, para la inflación y el dólar.

Datos mixtos de afuera

Mercados-tras-las-PASO
 

En medio de este complicado panorama local, la situación internacional viene muy ambigua. China está desacelerando, su comercio exterior cae y el yuan acaba de bajar a su menor valor desde junio de 2007, hace 16 años. Mientras tanto, con Japón y Europa tecleando, la economía de EE.UU. sigue a todo vapor: acaban de salir cifras con firme crecimiento del empleo y del PIB, tanto que las tasas largas norteamericanas volvieron a invertirse de nuevo: el viernes se pagó 5,4% anual a 1 año de plazo, 4,4% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,3% a 30 años. Y eso hizo que, mientras en Argentina el dólar electoral baja, el dólar global se recupera: la semana pasada saltó 5,1% en Chile, 3% en México, 1,1% en China y Japón, 1% en Brasil y contra la libra, 0,9% contra el franco suizo y 0,7% contra el euro.

Y lo peor del caso es que esta foto circunstancial de dólar global firme con tasas norteamericanas en las alturas se dio con el petróleo incendiando todo y planchando al resto de las materias primas. En lo que va de septiembre, por el cierre de grifos determinado por rusos y árabes, el petróleo sube 4,7%, el maíz de Rosario aumenta 4,1% (por el dólar agro), la soja Rosario sube 1,2% (por el dólar soja), pero el girasol no se mueve, el aluminio baja 1%, el oro pierde 1,1%, la soja Chicago cede 1,2%, el bitcoin achica 1,3%, el níquel 1,6%, el sorgo de Rosario 1,7%, el cobre 2,5%, la onza de plata 6,3% y el trigo de Rosario se desploma 11,2%, con el Gobierno buscando que el pan no se transforme en un producto imposible para los hogares más pobres.

Con el petróleo desafiando a los niveles de inflación de casi todas partes, y poniendo en mayores aprietos a los principales Bancos Centrales, también complica a la Fed: todavía es mayoría la cantidad de inversores que cree que Powell no subirá la tasa base de la Fed en septiembre, pero se preguntan si lo hará en diciembre, y de lo que sí están convencidos es que la tasa base de la economía norteamericana (y mundial) se mantendrá alta más tiempo.

Esto provocó, además de la baja de las acciones y de la debilidad en los bonos globales que ya mencionamos, el default en algunas compañías: la compañía en proceso de convocatoria de acreedores Bed Bath & Beyond no pagó su cupón de agosto y el Bank of New York Mellon (entidad tramitante) envió y canceló los pagos, y analistas de inversión advierten que este impago no será el último, habrá más: hay muchas empresas endeudadas, y no podrán hacerle frente a sus pagos.

Viene otra licitación

Obviamente, regresando al mercado local, la otra gran incógnita es qué pasará con la elección argentina. A seis semanas de votar, con 3.000.000 de personas que se sumaran al triple empate de las PASO, ayer se definió una provincia importante con Santa Fe y eso, más las elecciones desdobladas que quedan, seguramente tendrán influencia en la elección general que viene. Y además, hay otro montón de mojones que agregan incógnitas. Este jueves hay una nueva licitación de bonos en pesos, hay que realizar nuevos pagos con el FMI...

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