A diferencia de lo que ocurrió en otros países en marzo, la actividad de los servicios en China tuvo un fuerte retroceso según el indicador PMI que elabora el grupo privado Caixin sobre la base de la información suministrada por los gerentes de compras de las empresas.
El índice que se ubicaba en 50,2 puntos en febrero bajo a 42 puntos en marzo, por debajo de los 50 puntos que son la línea divisoria entre la expansión y la contracción de una actividad. El resultado es consecuencia de las restricciones que se impusieron en doce provincias por el rebote del Covid. Según el informe de Caixin, bajó el empleo en el sector servicios, cayó la demanda del exterior y la confianza de los empresarios se ubica en su punto más bajo en diecinueve meses.
En la medida en que las restricciones se mantengan, la actividad económica en China se verá afectada. Ayer, el Banco Mundial recortó el pronóstico de crecimiento para este año de 5,4% a 5%, pero advirtió que puede ser de sólo el 4% si las condiciones económicas globales se deterioran como consecuencia de la guerra en Ucrania y la suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Para el FMI y algunos bancos de inversión, el PIB de China subirá menos de 5% en 2022 aunque el objetivo que fijaron las autoridades es de una expansión de 5,5%.
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