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Prevención. Fijarse más en la seguridad que en el precio, esencial al comprar productos para calefaccionar
Por
Redacción La Voz
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, las intoxicaciones por monóxido de carbono son más frecuentes debido al uso de los calefactores y artefactos, por lo que se hace imprescindible alertar a la sociedad y tomar precauciones evitando la exposición al gas.
El monóxido de carbono es un gas venenoso, sin color ni olor, conocido como el asesino invisible. Este gas se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gas oil o nafta.
Al ser tan imperceptible, es necesario tomar medidas preventivas. El monóxido ingresa al cuerpo a través de la respiración y va reemplazando al oxígeno en el torrente sanguíneo, provocando la hipoxia (disminución en la cantidad de oxígeno) de los tejidos, lo que conlleva al sufrimiento de distintos órganos, principalmente el corazón y el cerebro.
Cuatro ocupantes de una vivienda de barrio Yofre Norte debieron ser asistidos por intoxicación con monóxido de carbono a raíz de un incendio que dejó perdidas totales en su vivienda este jueves. El hecho se produjo en una vivienda de calle Ramón de Clairac, habitada por un matrimonio y sus dos hijos.
Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc señala que “el principal peligro de este tipo de intoxicación es que en muchos casos las personas no son conscientes de los síntomas, los cuales pueden variar de un individuo a otro”.
Síntomas a causa de esta intoxicación
● Dolor de cabeza.
● Náuseas o vómitos.
● Mareos, acompañados de cansancio.
● Letargo o confusión.
● Desmayo o pérdida de conocimiento.
● Alteraciones visuales.
● Convulsiones.
● Estado de coma.
El Haj agrega: “Quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los más pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y aquellos que habitan en zonas de gran altitud”.
● Abrir ventanas y puertas.
● Salir a tomar aire fresco de inmediato.
● Apagar los artefactos de gas.
● Acudir con urgencia a un centro de salud u hospital y/o comunicarse inmediatamente con un servicio de emergencias médicas.
Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono es elemental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos, así como mantener los ambientes bien ventilados.
Control de instalaciones
● Revisar que haya una correcta instalación y buen funcionamiento de los artefactos: calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros.
● Examinar especialmente las salidas al exterior de los artefactos a gas: hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
● Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado: es importante que se pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.
“Para darnos cuenta de que el artefacto funciona bien, es necesario verificar que la llama de las estufas y hornallas sea siempre de color azul, ya que las llamas anaranjadas indican un mal funcionamiento”, detalla la especialista.