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Injusticia social. El papa Francisco denunció la “dictadura del hacer” y llamó a la reflexión

Ocurrió en la oración dominical del Ángelus de este domingo. Para Francisco, los padres sacrifican el tiempo familiar en la búsqueda del sustento diario.

21 de julio de 2024, 09:33
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Ocurrió en la oración dominical del Ángelus de este domingo. (AP Foto/Andrew Medichini)

En la oración dominical del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco reflexionó sobre “el descanso y la oración” y denunció la injusticia social derivada de la “dictadura del hacer”, que obliga a los padres a sacrificar el tiempo familiar en la búsqueda del sustento diario.

El Pontífice señaló que el entusiasmo por cumplir con la misión, el trabajo y las responsabilidades asignadas nos hace víctimas del activismo, preocupándonos tanto por las tareas y los resultados que terminamos agotándonos física y espiritualmente. “El entusiasmo en el llevar adelante la misión, o el trabajo, así como el papel y las tareas que nos son confiadas nos hacen víctimas del activismo, tan preocupados por las cosas que hacer y por los resultados. Y entonces ocurre que nos agitamos y perdemos de vista lo esencial, arriesgando acabar con nuestras energías y caer en el cansancio del cuerpo y del espíritu”, indicó.

El Papa destacó que Jesús mostró su preocupación por el cansancio de sus discípulos, señalando un peligro que también puede afectar nuestra vida y nuestro apostolado. “Quizás está intuyendo un peligro que puede incumbir también en nuestra vida y nuestro apostolado”, advirtió. En una sociedad a menudo prisionera de la prisa, Francisco hizo un llamado de atención tanto para la Iglesia como para el servicio pastoral: “Estemos atentos a la dictadura del hacer”.

<b>Una injusticia social</b>

Francisco subrayó que esta situación puede ocurrir por necesidad, especialmente en las familias, donde los padres se ven obligados a ausentarse para trabajar y así sacrificar el tiempo con sus hijos. “Y esto puede ocurrir por necesidad, incluso en las familias, cuando, por ejemplo, el padre, para ganarse el pan, se ve obligado a ausentarse para trabajar, teniendo así que sacrificar tiempo para la familia. A menudo se van temprano por la mañana, cuando los niños aún duermen, y vuelven tarde por la noche, cuando ya están en la cama. Y esto es una injusticia social”, lamentó. El Papa instó a reflexionar sobre cómo ayudar a quienes se ven obligados a vivir de esta manera: “En las familias, padre y madre deberían tener tiempo para compartir con sus hijos, para hacer crecer ese amor familiar y no caer en la dictadura del hacer. Pensemos qué podemos hacer para ayudar a las personas que se ven obligadas a vivir así”.